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lunes, 1 de septiembre de 2014

Gran Premio de Italia 2014. Velocidad, esa gran olvidada.

Gran Premio de Italia 2014
CIRCUITO: Autodromo nazionale de Monza (Monza, Italia)
LONGITUD: 5.793 km
NÚMERO DE VUELTAS: 53 (306.720 km en total)
CURVAS: 11 (4 a izquierdas, 7 a derechas)
COMPUESTOS: Medios (blancos) / Duros (naranjas)
DEGRADACIÓN DE FRENOS: Media-Alta


Monza es quizá una de las mejores carreras del año, y sin duda, para los aficionados, lo es. Las invasiones de pista tras la carrera son habituales y es una de las mejores experiencias que puedan vivirse como tiffosi. Considerado el circuito de casa de Scuderia Ferrari, el circuito de Monza nos ofrece la máxima expresión de la Formula 1 tal y como se concibió en sus orígenes: velocidad pura y dura. Es hora de ver dónde pueden llegar los V6T y ver hasta dónde se pueden exprimir en un circuito que pondrá a prueba las prestaciones máximas de los motores.

Un poco de historia
El circuito de Monza fue construido ent tan sólo dos meses por más de 3500 obreros en el año 1922, con el patrocinio del Milan Automobile Club. Se inauguró el 3 de septiembre de ese mismo año y contaba con una longitud inicial de 10 km de pista. Tan sólo siete días más tarde, se celebró allí la primera carrera que se corrió en esta leyenda de los circuitos automovilísticos. En 1928, en un accidente que se llevó la vida de Enrico Materassi, fallecieron 27 espectadores que veían el Gran Premio de Italia.

Como dato curioso, diremos que el record de velocidad registrado en un monoplaza se marcó aquí. Fue Juan Pablo Montoya, en el Gran Premio de Italia de 2005 quien, a los mandos de su McLaren consiguió la escalofriante cifra de 372,6 km/h, durante los entrenamientos libres. Debido precisamente a las altísimas velocidades que permite el circuito de Monza, su trazado se ha ido modificando a lo largo de la historia, añadiendo o quitando chicanes, dependiendo de la peligrosidad y el espectáculo que se iban alcanzando.

El circuito.

Rapidísimo, pues, Monza comienza con una enorme recta, llamada Rettifilo que acaba en una chicane que recibe el nombre de variante del Rettifilo, a la que se llega a una velocidad enorme que hace muy difícil la frenada y, por tanto, la trazada. De esta variante se sale a una curva enorme y abierta que en Monza se denomina con el prosaico nombre de Curva Grande. El primer parcial se termina a su salida.

Comenzamos el segundo parcial con el acelerador a fondo, saliendo de la Curva Grande para meternos en la variante de la Roggia, otra chicane para la que hay que calzar un buen pisotón al freno si queremos salir bien situados para meternos en le Curve di Lesmo. Son dos curvas separadas por una recta corta (para los estándares del circuito) de cerca de noventa grados cada una. La segunda gemela va a desembocar en una pseudocurva (o pseudorrecta) que llaman del Serraglio, una curva que no llega a los treinta grados y que da final al segundo parcial.

El tercer y último parcial es el más mítico de los tres. Con el Serraglio terminado y el coche con las revoluciones a tope nos metemos en la Variante Ascari tras pasar por otra ligera curva. de aquí damos a otra recta y nos encontramos, finalmente, con la Parabolica, una curva que permite a los conductores dar un giro de ciento ochenta grados y poner el monoplaza en la dirección contraria a la que venían. Esta curva tan mítica da, por fin, al Rettifilo de nuevo, poniendo punto y final al tercer parcial y a la vuelta completa, para comenzar una nueva.

Condiciones mecánicas

Monza es un circuito de velocidad pura, casi como Spa, pero sin la longitud y los requerimientos técnicos al volante que el circuito belga obliga a desarrollar. Aquí no habrá tregua para los motores híbridos de este año: tendrán que rendir al máximo, pues es el circuito que más tiempo se pasa con el pie pegado a la tabla. No habrá tregua para los motores cuya fiabilidad sea inferior. Tampoco será un circuito demasiado propicio para los frenos, que sufrirán bastante, sobre todo en la parte de la Roggia, Lesmo y Serraglio, y quizá algo menos en la Parabolica (que, para desespero de los aficionados ha sido reasfaltada y se le ha añadido asfalto en la escapatoria). Quizá, lo que más cueste, sea gestionar el neumático. Muy conservadora Pirelli para su Gran Premio de casa (que también lo es), se ha traído los dos compuestos más duros. Pensando quizá en que a mayor velocidad, más degradación y con los problemas de los motores nuevos, Pirelli quizá haya querido dar mayor tranquilidad a las escuderías con unos neumáticos más duros; pero en nuestra opinión, un circuito tan rápido con unas ruedas tan duras puede resultar difícil de comprender y puede hacer muy difícil aprovechar al máximo la pista y el coche.

La carrera

Puede resultar bastante interesante la carrera de Monza de este año. A pesar de la superioridad clara de los coches de Mercedes AMG Petronas, el circuito italiano puede sacar a relucir las debilidades del motor Mercedes híbrido y de su sistema de frenos. Tras ver de lo que son capaces tanto Red Bull Racing y Team Williams Martini, creo que en este circuito sí deberíamos tener en cuenta lo que pueda hacer Scuderia Ferrari. Por tres razones: una, la velocidad que demostró Kimi Raikkönen en Spa que puede desarrollar el F14T; dos, que es la carrera de casa para los de Maranello; y tres, y no menos importante, que tanto Kimi Raikkönen como Fernando Alonso querrán ofrecerles a la afición italiana algún buen resultado como pago por no renegar de la Scuderia después de tantos años sin un rumbo triunfal.

Italia no paga a traidores. Y no perdonará a la F1 si no se da un gran espectáculo. Porque si la F1 no luce en Monza, será una traición.

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