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lunes, 23 de junio de 2014

Gran Premio de Austria 2014: mucho ruido y pocas nueces

Red Bull RingGran Premio de Austria 2014.
CIRCUITO: Red Bull Ring (Spielberg)
LONGITUD: 4.326 km.
Nº DE VUELTAS: 71 (307.146 km)
CURVAS: 8 (2 a izquierdas, 6 a derechas).
COMPUESTOS: Blandos (amarillos) y superblandos (rojos).
DESGASTE DE FRENO: Medio-alto.

Fue una decepción. Tras haber tenido una calificación sorprendente el sábado, en la que BOT y MAS dieron la campanada adelantándose a los Mercedes, esperábamos una carrera que dominaran con más facilidad los coches de Grove. Sin embargo, fueron los de Brackley los que se impusieron, gracias a una mala planificación y unas estrategias deficientes. También los Red Bull dieron un espectáculo lamentable: un abandono y un octavo puesto que sabe a muy poco o a nada.

Williams, errores de un inhabitual

No nos engañemos. Williams llevaba once años, los mismos que el circuito, fuera de la primera línea, con escasísimas poles desde entonces (la última, la de HUL en Brasil 2010). Muchos creíamos que MAS, con las ganas que tenía, con la ilusión que había puesto en aquella pole, que significaba una recuperación tras haber pasado muchos años a la sombra de Schumacher, RAI y ALO en Ferrari, iba a dar más pelea. Pero la realidad suele darte una bofetada cuando menos te lo esperas.

Con toda la carrera de cara, con BOT defendiéndose de sobra de ROS y MAS en cabeza, los chicos de Lauda adelantaron sus paradas, dejando a los de Claire Williams en pista, sabiendo que degradarían los superblandos mucho más rápido. No aguantaron mucho los tiempos, que cayeron tres segundos en apenas dos vueltas. Y las estrategias dieron su fruto. MAS perdía cuatro posiciones, cayendo detrás de los dos Mercedes y de PER, que había salido con una estrategia que apuntaba a una sola parada. Solo BOT aguantaba entre los dos Mercedes, con ROS delante. Pero HAM también daría cuenta de él. 

Finalmente, los dos Williams tuvieron que conformarse con una tercera y una cuarta posición que supieron a poco después de la calificación brillante del sábado.

Bottas, primer podio

Aún así, el finlandés tenía razones para estar contento. Consiguió ayer su primer podio en la F1.

Valteri declaraba ayer que era el champagne que mejor le había sabido en su vida. Estaba contento. Pero nosotros no podemos dejar de pensar que su escudería le había traicionado de alguna manera. La malísima elección de la estrategia, en la que ni siquiera entraron a cubrir las entradas de sus rivales, dejaron vendidos a los pilotos en pista. Cobraron una presa mucho menos suculenta de la que merecían y muchos menos puntos de los que habían sido capaces de amarrar si hubiesen, como mínimo, copiado las estrategias de Mercedes.

Quizá no hubiera salido, dada la superioridad de las flechas plateadas. Pero lo que si habría ocurrido, casi con toda seguridad, es que los espectadores habríamos tenido un mejor espectáculo del que obtuvimos.

Hamilton no se repone

El piloto inglés no sabe gestionar las situaciones en las que no va por delante y se notó este fin de semana. En primer lugar en la clasificación, en la que los nervios se lo comían y fallaba una y otra vez, como en la ocasión que provocó la primera pérdida de pole de la temporada. Y luego en la carrera. Se le veía nervioso, fallón y más cohibido que en otras ocasiones. Y no sólo eso, sino que la victoria de su compañero le deja 7 puntos más atrás.

En su equipo no se lo van a pensar demasiado. Ya son casi 30 puntos de ventaja los que tiene ROS sobre HAM y si la diferencia sigue creyendo, la escudería alemana se va a poner de parte del alemán. HAM, que ha crecido entre algodones, no sabe afrontar las situaciones en las que es un segundón. Y seguramente veremos más fallos del inglés esta temporada.

 Nadie es profeta en su tierra

Una máxima muy manida, pero que viene muy bien para hablar de lo que hizo Red Bull en su propio circuito.
VET no levanta cabeza y ya ha abandonado más veces esta temporada que en las tres anteriores juntas (Abu Dhabi 2011 y Malasia 2012). Otro fallo en la transmisión. Y RIC no consiguió salvar los muebles con su octavo puesto final. En Red Bull ya han encontrado un culpable: el motor de Renault. Horner ya ha empezado a echar pestes de él buscando cambiar de fabricante. Con la salida de los motorizados por Mercedes de la escudería McLaren, que montará motor Honda en 2015, seguro que un cliente como los austriacos le viene muy bien a la marca de la estrella, con lo que no es difícil de entender que se dejen querer. Pero la culpa no puede ser toda del motor. No cuando los resultados de RIC no han sido tan ridículos hasta ahora.

En Red Bull necesitan buscar qué falla dentro del equipo y no fuera.</span>

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