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Gran Premio de China 2012
CIRCUITO: Shanghai (Jiading, China)
LONGITUD: 5.451 km
NÚMERO DE VUELTAS: 56 (305.066 km en total)
CURVAS: 16 (7 a izquierdas, 9 a derechas)
COMPUESTOS: Blandos/medios
DEGRADACIÓN DE FRENOS: Media
A la carga vamos con el tercer Gran Premio de la temporada, tras tres semanas de descanso que no han podido quitarnos el buen sabor de boca que nos dejó la carrera malaya. Vamos a China con ilusión y ganas, visto que el mundial no tiene un claro dominador y que vamos a tener otra carrera trepidante y emocionante con muchos equipos metidos en la lucha por copar los puntos.
Un poco de historia.
El circuito de Shanghai se estrena en 2004, con victoria de Rubens en su etapa en Ferrari. Construido por Herman Tilke, muestra muchas de sus características, como la enrevesada curva de final de recta de meta, en forma de "caracol".
Paradójicamente, no fue Shanghai la primera opción de un GP en China. Zhuhai fue visitada por la FIA en primer lugar, en los años 90, pero la pista no pasó los controles del organismo para celebrar un Gran Premio de Fórmula 1. Finalmente, el diseño de Tilke entró en Shanghai y la carrera se incluyó en el calendario en 2004, con un contrato de siete años. Este mismo año se ha renovado por otros siete años más, hasta 2017.
El circuito.
Como buen "tilkódromo", el circuito de Shanghai incluye algunas de las curvas más complicadas del mundial, como la famosa curva 8 de Turquía.
Comenzamos la vuelta en la recta de salida, alcanzando la primera revuelta, entrando en una curva de entrada rápida y frenada progresiva, una más lenta en la que hay que colocar bien el coche para entrar (como la curva 2 de Sepang) y otra, a izquierdas ahora, algo más rápida. Esta sucesión de curvas pondrá a prueba el grip del coche. De la curva 4 se saldrá acelerando, poco a poco, para dar a la larguísima 5, donde acaba el primer sector.
El segundo sector comienza en una pseudo recta que va a ir a dar a una horquilla bastante abierta, que va a dar paso a dos curvas bastante rápidas y de mucha habilidad para los pilotos. Desemboca el tercer sector en la recta tras la curva 10, que habremos tomado como una sola, en conjunto con la curva número 9, también muy técnica y difícil para los pilotos.
Tras ello viene el último parcial. La recta que enlaza las curvas 10 y 11 termina en una curva a izquierdas, muy cerrada y en la que hay que tener mucho cuidado para no ser escupido por el piano. Tras otro "caracol", más abierto, que conforman las curvas 12 y 13 aparece la enorme recta de atrás. Para entrar en ella, los coches han debido orientar bien el coche y es importante alcanzar un buen compromiso entre carga aerodinámica y velocidad, pues se da el hecho de que al traccionar mejor en la 13, los coches con más carga han podido alcanzar mayores puntas, al poder orientarse mejor de cara a la recta. Al final, pasando de 330 km/h a apenas 100 km/h está la horquilla de la curva número 14, que habrá de tomarse por el vértice y hacia la izquierda para poder tomar la curva número 15 de forma que nos permita salir bien hacia la última, casi un ángulo recto a izquierdas que determinará si el coche entrará con suficiente velocidad en la recta de meta.
Neumáticos y frenos.
El circuito de Shanghai va a ser bastante abrasivo con los blandos Pirelli. Recién reasfaltado, las gomas se van a abrasar en el papel de lija chino, dejando un rastro similar al que se quejaba Di Resta el otro día. Los Pirelli volverán a dar juego esta semana puesto que llevarán los mismos compuestos que llevaran el otro día a Malasia y en China, a pesar de que el calor y la humedad son mucho menos asfixiante, la calidad del asfalto nuevo puede poner en aprietos a muchos.
Shanghai no es un circuito demasiado exigente con los frenos, que no se sobrecalentarán tanto como en Sepang. El problema de Shanghai es que, históricamente, es un circuito muy sucio, por lo que la eficiencia de los Brembo se puede ver reducida al llenarse los discos de polvo.
¿Qué ocurrió en 2011?
Podéis recordar cómo os lo contamos aquí.
Difícil carrera la del año pasado, en la que partíamos con el dominio del RB7 en las carreras anteriores de aquel mundial, un dominio que esgrimieron durante todo el año. Pensábamos que habría que tragar un mundial aburrido, como aquellos en los que un sólo equipo copaba todas las victorias para llevarse al agua un gato que todo el mundo codiciaba. Sin embargo, tras una mala salida de Vettel, los McLaren tomarían la delantera para imponerse al resto y cruzar la línea primero y tercero. Por detrás, todo eran problemas para el F150 y Rosberg tuvo que conformarse con una triste quinta posición, a pesar de haber ido liderando incluso la carrera y haber firmado un gran fin de semana.
La carrera.
Estamos deseosos de que el semáforo se apague de nuevo en Shanghai. En los últimos años hemos visto algunos de los duelos más bonitos de la temporada en este circuito, en el que sólo un piloto, el inglés Lewis Hamilton ha conseguido ganar dos veces (2008 y 2011). Este año, en el que las escuderías están mucho más igualadas, quizá podamos ver otra victoria distinta, quizás de pilotos como Maldonado o Pérez, muy enchufados, o por qué no, ver a alguno repetir victoria. Deseosos estamos.
Un poco de historia.
El circuito de Shanghai se estrena en 2004, con victoria de Rubens en su etapa en Ferrari. Construido por Herman Tilke, muestra muchas de sus características, como la enrevesada curva de final de recta de meta, en forma de "caracol".
Paradójicamente, no fue Shanghai la primera opción de un GP en China. Zhuhai fue visitada por la FIA en primer lugar, en los años 90, pero la pista no pasó los controles del organismo para celebrar un Gran Premio de Fórmula 1. Finalmente, el diseño de Tilke entró en Shanghai y la carrera se incluyó en el calendario en 2004, con un contrato de siete años. Este mismo año se ha renovado por otros siete años más, hasta 2017.
El circuito.
Como buen "tilkódromo", el circuito de Shanghai incluye algunas de las curvas más complicadas del mundial, como la famosa curva 8 de Turquía.Comenzamos la vuelta en la recta de salida, alcanzando la primera revuelta, entrando en una curva de entrada rápida y frenada progresiva, una más lenta en la que hay que colocar bien el coche para entrar (como la curva 2 de Sepang) y otra, a izquierdas ahora, algo más rápida. Esta sucesión de curvas pondrá a prueba el grip del coche. De la curva 4 se saldrá acelerando, poco a poco, para dar a la larguísima 5, donde acaba el primer sector.
El segundo sector comienza en una pseudo recta que va a ir a dar a una horquilla bastante abierta, que va a dar paso a dos curvas bastante rápidas y de mucha habilidad para los pilotos. Desemboca el tercer sector en la recta tras la curva 10, que habremos tomado como una sola, en conjunto con la curva número 9, también muy técnica y difícil para los pilotos.
Tras ello viene el último parcial. La recta que enlaza las curvas 10 y 11 termina en una curva a izquierdas, muy cerrada y en la que hay que tener mucho cuidado para no ser escupido por el piano. Tras otro "caracol", más abierto, que conforman las curvas 12 y 13 aparece la enorme recta de atrás. Para entrar en ella, los coches han debido orientar bien el coche y es importante alcanzar un buen compromiso entre carga aerodinámica y velocidad, pues se da el hecho de que al traccionar mejor en la 13, los coches con más carga han podido alcanzar mayores puntas, al poder orientarse mejor de cara a la recta. Al final, pasando de 330 km/h a apenas 100 km/h está la horquilla de la curva número 14, que habrá de tomarse por el vértice y hacia la izquierda para poder tomar la curva número 15 de forma que nos permita salir bien hacia la última, casi un ángulo recto a izquierdas que determinará si el coche entrará con suficiente velocidad en la recta de meta.
Neumáticos y frenos.
El circuito de Shanghai va a ser bastante abrasivo con los blandos Pirelli. Recién reasfaltado, las gomas se van a abrasar en el papel de lija chino, dejando un rastro similar al que se quejaba Di Resta el otro día. Los Pirelli volverán a dar juego esta semana puesto que llevarán los mismos compuestos que llevaran el otro día a Malasia y en China, a pesar de que el calor y la humedad son mucho menos asfixiante, la calidad del asfalto nuevo puede poner en aprietos a muchos.
Shanghai no es un circuito demasiado exigente con los frenos, que no se sobrecalentarán tanto como en Sepang. El problema de Shanghai es que, históricamente, es un circuito muy sucio, por lo que la eficiencia de los Brembo se puede ver reducida al llenarse los discos de polvo.
¿Qué ocurrió en 2011?
Podéis recordar cómo os lo contamos aquí.
Difícil carrera la del año pasado, en la que partíamos con el dominio del RB7 en las carreras anteriores de aquel mundial, un dominio que esgrimieron durante todo el año. Pensábamos que habría que tragar un mundial aburrido, como aquellos en los que un sólo equipo copaba todas las victorias para llevarse al agua un gato que todo el mundo codiciaba. Sin embargo, tras una mala salida de Vettel, los McLaren tomarían la delantera para imponerse al resto y cruzar la línea primero y tercero. Por detrás, todo eran problemas para el F150 y Rosberg tuvo que conformarse con una triste quinta posición, a pesar de haber ido liderando incluso la carrera y haber firmado un gran fin de semana.
La carrera.
Estamos deseosos de que el semáforo se apague de nuevo en Shanghai. En los últimos años hemos visto algunos de los duelos más bonitos de la temporada en este circuito, en el que sólo un piloto, el inglés Lewis Hamilton ha conseguido ganar dos veces (2008 y 2011). Este año, en el que las escuderías están mucho más igualadas, quizá podamos ver otra victoria distinta, quizás de pilotos como Maldonado o Pérez, muy enchufados, o por qué no, ver a alguno repetir victoria. Deseosos estamos.
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